Chistes Calientes y Picantes
Chistes Calientes y Chistes Picantes, ¡Nada Mejor Para ReÃrse!
El hecho de contar chistes calientes y picantes bien combinados, o contar chistes calientes, chistes picantes, chistes cortos, chistes mexicanos, un chiste gallego tras otro chiste de maricones, casi sin parar, no es una tarea fácil.
Para alcanzar esa caracterÃstica tan especial se necesita ser dueño de una buena memoria, buena creatividad, una enorme afabilidad y un buen modo en el trato con las personas. ¡Contar chistes calientes y picantes o chistes de mujeres no es nada fácil! Tampoco lo es desarrollar chistes gráficos.
Contar Chistes Calientes y Chistes Picantes es un Don
Pienso que mi hermano ha tenido ese "don" o favor, que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita o innata de contar chistes mexicanos, chistes calientes y picantes y chistes cortos y sobre todo, hacer reÃr a las personas adultas con chistes para adultos; cual es, el fin de todos los chistes.
Soltar un chiste caliente y picante tras otro chiste corto, aún cuando quien lo escucha no se ha terminado de reÃr del anterior. Esa ha sido su increÃble habilidad y soltura en la ejecución de este algo, que no es lo mismo pero yo, ya lo denomino un Arte: El Arte de contar chistes.
Chistes Cortos y Chistes Gráficos
De chistes cortos, por ejemplo este:
Cuidado Con Los Pajaritos:
HabÃa una vez, un tipo desnudo, tomando el sol en la playa. De pronto vió que una pequeña niña venÃa hacia él, asà que se cubrió con el periódico que leÃa. La niña se le acercó y le preguntó:
¡Oiga!, ¿Qué tiene usted debajo del periódico?
"Un pajarito" - contestó el muchacho.
La niña se marchó y el tipo cayó dormido.Cuando despertó, el tipo estaba en un hospital con un tremendo dolor entre las piernas. Rodeado de médicos, enfermeras y policÃas.Los policÃas le pidieron que explicara lo sucedido. El tipo les contó:
¡La verdad, yo no sé! Yo simplemente yacÃa sobre la playa, cuando la pequeña niña preguntó sobre mis genitales. No le hice mucho caso. Después me quedé dormido y lo siguiente que supe fué que estaba aquÃ, en el hospital.
Los policÃas regresaron a la playa. Encontraron a la niña y le preguntaron:
Niña, ¿Qué le hiciste a ese tipo que estaba desnudo en la playa?
Después de una pausa, la inocente niña les contestó:
¿A él? ¡Pues nada!...Yo me puse a jugar con su pajarito pero de repente me escupió. Entonces me enojé y pues...¡Le rompà el pescuezo, le revénte los dos huevos y le quemé el nido!
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Mi Arbolito; Tegucigalpa, D.C., Honduras, Centro América